La historia del liderazgo y la envidia en el arte y la industria; Cadillac desde 1915


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“El mejor anuncio de todos los tiempos”.

The Penalty of Leadership es un anuncio poderoso y atemporal escrito por Theodore F. MacManus para Cadillac en 1915.
Apareció en el Saturday Evening Post y desde entonces se ha convertido en una pieza icónica de la literatura de marketing.
Déjame compartir el texto contigo:

“The Greatest Ad of All Time”.

The Penalty of Leadership is a powerful and timeless advertisement written by Theodore F. MacManus for Cadillac in 1915.
It was featured in the Saturday Evening Post and has since become an iconic piece of marketing literature. Let me share the text with you:

Años después de su publicación, el poder de este texto fue perpetuado por uno de los íconos culturales estadounidenses más importantes del siglo XX, el “Rey del Rock and Roll”,
Elvis Presley, enmarcó una copia
en la pared de su oficina en Graceland.

Years after its publication, the power of this text was perpetuated by one the most significant American cultural icons of the twentieth century, the ‘King of Rock and Roll,’ Elvis Presley, even framing a copy on the wall of his office in Graceland.

¿Un anuncio de una sola página en un periódico con solo una pared de texto despertaría el interés de una audiencia moderna?

Would a single-page newspaper ad with just a wall of text pique the interest of a modern audience?

Es difícil decirlo, pero en 1915, seguro que así fue. Después de que Cadillac presentara su motor V8, que terminó plagado de problemas, la marca publicó este elocuente publirreportaje en The Saturday Evening Post, escrito por el redactor Theodore MacManus.

It’s hard to say, but in 1915, it sure was. After Cadillac introduced its V8 engine, which ended up plagued by problems, the brand published this eloquent advertorial in The Saturday Evening Post, written by editor Theodore MacManus.

El coche de carreras V-Series.R de Cadillac ha logrado un éxito notable en los deportes de motor. A continuación se muestran algunos logros notables:

No Perfect Formula | Le Mans Documentary | Cadillac Racing

Campeonato IMSA WeatherTech SportsCar:

    • Campeonato IMSA WeatherTech SportsCar tres veces: 2021, 2018 y 2017
    • Rolex 24 de Daytona cuatro veces seguidas: 2020, 2019, 2018 y 2017

    Copa Norteamericana Michelin de Resistencia:

      • Michelin North American Endurance Cup: 2020, 2019, 2018 y 2017

      Otros logros recientes de Cadillac Racing incluyen:

      Antes de competir en el Campeonato IMSA WeatherTech SportsCar, Cadillac compitió en el Campeonato Pirelli World Challenge, ganando cinco campeonatos de fabricantes (2014, 2013, 2012, 2007, 2005) y cinco campeonatos de pilotos (2015, 2014, 2013, 2012, 2005). .

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      El anuncio solo se publicó una vez, pero desde entonces se ha convertido en uno de los anuncios más emblemáticos de todos los tiempos

      “Ya sea que el liderazgo recaiga en un hombre o en un producto manufacturado, la emulación y la envidia siempre están presentes.
      En el arte, en la literatura, en la música, en la industria, la recompensa y el castigo son siempre los mismos.
      La recompensa es un reconocimiento generalizado; el castigo, la negación feroz y la detracción.
      Cuando el trabajo de un hombre se convierte en un estándar para el mundo entero, también se convierte en el blanco de los ataques de unos pocos envidiosos.
      Si su trabajo es simplemente mediocre, se quedará muy solo; si logra una obra maestra, hará que un millón de lenguas se muevan.
      Los celos no sacan su lengua bífida ante el artista que realiza un cuadro banal.
      Cualquier cosa que escribas, pintes, toques, cantes o construyas, nadie se esforzará por superarte o calumniarte a menos que tu obra esté sellada con el sello del genio.
      Mucho, mucho después de que se haya realizado una gran obra o un buen trabajo, aquellos que están decepcionados o envidiosos continúan gritando que no se puede hacer.
      Pequeñas voces rencorosas en el dominio del arte se alzaron contra nuestro propio Whistler como un charlatán, mucho después de que el gran mundo lo hubiera aclamado como su mayor genio artístico.
      Multitudes acudieron en masa a Bayreuth para adorar en el santuario musical de Wagner, mientras el pequeño grupo de aquellos a quienes él había destronado y desplazado argumentaban enojados que él no era ningún músico.
      El pequeño mundo siguió protestando porque Fulton nunca podría construir un barco de vapor, mientras que el gran mundo acudía en masa a las orillas del río para ver pasar su barco.
      El líder es atacado porque es un líder, y el esfuerzo por igualarlo es simplemente una prueba más de ese liderazgo.
      Al no poder igualar o sobresalir, el seguidor busca depreciar y destruir, pero solo confirma una vez más la superioridad de aquello que se esfuerza por suplantar.
      No hay nada nuevo en esto.
      Es tan antiguo como el mundo y tan antiguo como las pasiones humanas: la envidia, el miedo, la codicia, la ambición y el deseo de superación.
      Y todo esto no sirve de nada.
      Si el líder realmente lidera, sigue siendo el líder.
      Maestro poeta, maestro pintor, maestro obrero, cada uno de ellos es atacado a su vez y cada uno sostiene sus laureles a través de los siglos.
      Lo bueno o lo grande se da a conocer, por muy fuerte que sea el clamor de la negación.
      Lo que merece vivir, vive.

      Elocuente Publirreportaje en The Saturday Evening Post,
      escrito por el redactor Theodore MacManus, para Cadillac

      The ad only ran once, but it has since become one of the most iconic ads of all time

      “Whether the leadership be vested in a man or in a manufactured product, emulation and envy are ever at work. In art, in literature, in music, in industry, the reward and the punishment are always the same. The reward is widespread recognition, the punishment, fierce denial and detraction. When a man’s work becomes a standard for the whole world, it also becomes a target for the shafts of the envious few. If his work be merely mediocre, he will be left severely alone – if he achieve a masterpiece, it will set a million tongues a-wagging. Jealousy does not protrude its forked tongue at the artist who produces a commonplace painting. Whatsoever you write, or paint, or play, or sing, or build, no one will strive to surpass or to slander you unless your work be stamped with the seal of genius. Long, long after a great work or a good work has been done, those who are disappointed or envious continue to cry out that it cannot be done. Spiteful little voices in the domain of art were raised against our own Whistler as a mountebank, long after the big world had acclaimed him its greatest artistic genius. Multitudes flocked to Bayreuth to worship at the musical shrine of Wagner, while the little group of those whom he had dethroned and displaced argued angrily that he was no musician at all. The little world continued to protest that Fulton could never build a steamboat, while the big world flocked to the river banks to see his boat steam by. The leader is assailed because he is a leader, and the effort to equal him is merely added proof of that leadership. Failing to equal or to excel, the follower seeks to depreciate and to destroy – but only confirms once more the superiority of that which he strives to supplant. There is nothing new in this. It is as old as the world and as old as the human passions – envy, fear, greed, ambition, and the desire to surpass. And it all avails nothing. If the leader truly leads, he remains – the leader. Master-poet, master-painter, master-workman, each in his turn is assailed, and each holds his laurels through the ages. That which is good or great makes itself known, no matter how loud the clamor of denial. That which deserves to live – lives.”

      Eloquent Advertorial in The Saturday Evening Post,
      written by editor Theodore MacManus, for Cadillac

      Gracias por leernos, si te pareció interesante. por favor déjanos tu comentario sobre los cambios que percibes en los valores de la publicidad

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